Hijos

Ayer leí la carta completa que publicaron Marcela y Felipe. No miré nada por televisión, no escuché nada por la radio, tampoco leí los diarios. Sólo la carta.

Y la carta me duele, me lleva a pensar en esos jóvenes, y también en general.
Quiero ser clara, yo no creo que esta carta sea de su autoría total, completa y autónoma. Creo que no van a desmentir su contenido, creo que algo de lo que dicen no les es ajeno. Pero creo también que a esa carta le sobran cosas que nadie que esté pasando por una situación tan dolorosa puede ver, decir, asegurar, menos publicar. No existe quien pueda, no hay nadie tan fuerte, tan calmo, tan recto, imperturbable, nadie capaz de en medio de tanto juicio comenzar una carta odiando y terminarla así, nadie que pueda comenzarla amando y terminarla así.
Sólo existe el que odia y ama al mismo tiempo, que se enoja y pide seguir en un solo segundo.
El juicio que se está dando también tiene lugar en el interior de estos dos jóvenes, son ellos los que odian a sus abuelas por enfrentarlos a algo que no quieren; y , al mismo tiempo, las aman, les piden que no los abandonen. Nadie que esté en una situación así puede tener el valor sostenido de publicar una carta que es posible que luego quiera desdecir. Nadie.
Ahí se ve la presión. Se ve el tormento, se ve el poder. Es quien los crió como su madre, son quienes eran sus primos, tíos, amigos, familiares lejanos, quien sea. Es quien moldea el cerebro de un país enajenado.
Creo que fueron impulsados tácita y explícitamente a hacer esto, no son libres, son muchas las presiones: naturales o no.
Por otra parte quisiera analizar también el contenido no personal de la carta, me refiero con esto a la visión macro que plantea como centro. Reflexiona sobre la implicancia política, social y económica que tiene el juicio del que son parte. Vuelvo a ser sincera, no creo que exista quien pueda sobre los hechos, despojándose de si mismos, ver el panorama económico, político, social, el panorama mismo le es denegado. No pueden pensar más que en sus sentimientos, con suerte ver a su herman@, sólo porque están juntos en esto. La situación enceguese, acota, no permite perspectiva alguna. Es necesario estar afuera como yo, no estar ligado directamente de forma sentimental, o estar adentro en torno a estos jóvenes pero no estar ligado más que economicamente con su existencia.

No olvidemos que Marcela y Felipe son adoptados de forma irregular por Ernestina años después de que su marido muera. Estos jóvenes llevan aún así su apellido, su existencia le permite entonces a quien se adjudica ser su madre heredar las posesiones de su difunto esposo, siendo que sin hijos en común la heredera inevitablemente sería la hija del señor Noble que no tiene por madre a Ernestina.

Hacia la Justicia vamos, es el Estado argentino el que se planta para develar el delito. El delito de apropiación, el de enbarazo en cautiverio, el de robo de bebes, el de la muerte de los padres y madres.