"La Historia es una casa de muchas habitaciones." Fernand Braudel.

"La Historia es una casa de muchas habitaciones." Fernand Braudel.

Y mi corazón está en el sur del sur, con tizne negro, en la cancha, en el bondi, en el chori, en la fiesta en la calle, en la murga, en el tambor, en la bandera, en mi doble ciudad...y en el camino, en el tren, en la frontera parada sobre la línea, en el andén, conectando dos mundos iguales pero disímiles.

La Plata - Ringuelet - Gonnet - City Bell - V.Elisa - Pereyra - Hudson - Plátanos - Berazategui - Ezpeleta - Quilmes - Bernal - Don Bosco - Wilde - V.Domínico - Sarandí - Avellaneda (combinación) Gerli - Lanús

Arraigo


No quiero cruzar la frontera, es más quiero retroceder al corazón de mi tierra. No quiero que vengas, ni quiero saludarte desde el límite de mi mundo contiguo al tuyo. Mejor así.Mejor distancia, y no me conquistes. Ni el corazón, ni el cuerpo. No vengas a vencerme, ni vencido.No quiero pasar la frontera aunque me aceptes, no me importa cuanto más me parezco a vos que a los de adentro. Yo no soy de tu mundo, no es ésta mi pertenencia.
Demasiado lanusense para La Plata, demasiado platense para Lanús.Haciendo equilibrio sobre la línea de frontera, mi verdadera identidad camina bien.
Y si bajo de mi tren camino por el torcido diagonal hasta el lugar que más se parece a mi tierra andante. Otra vez en la frontera cayendo del cuadrado, ni un lugar ni otro.Siempre en un tercer lugar, pero nunca neutral.

viernes, 2 de abril de 2010

Belgrano "...cerca de Rosario iza por primera vez la bandera argentina, que acaba de inventar él mismo, según los colores de la escarapela. El gobierno preocupado por sus delicadas negociaciones con el embajador ingles Lord Strangford, no ve el intento con buenos ojos, y se lo hace saber (...); en consecuencia, le ordena guardar su bandea celeste y blanca, retomar la bandera española, y hacer pasar todo el episodio como "un rasgo de entusiasmo". Pero esta carta no llegará nunca a Belgrano, quien ya ha partido hacia Jujuy, donde el 24 de mayo repite el izamiento de la bandera, y hace que sus soldados le juren fidelidad hasta la muerte (...). Pero esta vez, Rivadavia está furioso, porque ignorando que la carta anterior no llegó a destino, ve en el gesto de Belgrano un desafío directo a su autoridad. (...) "Los impulsos grandes que de cualquier punto de una esfera se arrojen hacia su centro, qué mas pueden hacer, que oscilarla y excentrificarla? Tales, pues son los efectos de los procedimientos de V.S. en esta parte". Belgrano se ofende terriblemente: "mi corazón está lleno de sensibilidad"dice, alegando su ignorancia de la reconvención precedente, y asegurando que destruirá la famosa bandera "para que no haya ni memoria de ella". Sin privarse, sin embargo, de volver a la carga: "como hasta los indios sufren por el Rey Fernando VII y les hacen padacer con los mismo aparatos que nosotros proclamamos la libertad, ni gustan oir el nombre de Rey, ni se complacen con las mismas insignias que los tiranizan". Se ignora si Belgrano llegó a destruir la bandera;lo que está claro, es que no destruyó su memoria."1





1 Buch, Esteban. "o juremos con gloria morir: Historia de una Épica de Estado", Bs.As., Editorial Sudamericana, 1994, pág. 24.

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