"La Historia es una casa de muchas habitaciones." Fernand Braudel.

"La Historia es una casa de muchas habitaciones." Fernand Braudel.

Y mi corazón está en el sur del sur, con tizne negro, en la cancha, en el bondi, en el chori, en la fiesta en la calle, en la murga, en el tambor, en la bandera, en mi doble ciudad...y en el camino, en el tren, en la frontera parada sobre la línea, en el andén, conectando dos mundos iguales pero disímiles.

La Plata - Ringuelet - Gonnet - City Bell - V.Elisa - Pereyra - Hudson - Plátanos - Berazategui - Ezpeleta - Quilmes - Bernal - Don Bosco - Wilde - V.Domínico - Sarandí - Avellaneda (combinación) Gerli - Lanús

Arraigo


No quiero cruzar la frontera, es más quiero retroceder al corazón de mi tierra. No quiero que vengas, ni quiero saludarte desde el límite de mi mundo contiguo al tuyo. Mejor así.Mejor distancia, y no me conquistes. Ni el corazón, ni el cuerpo. No vengas a vencerme, ni vencido.No quiero pasar la frontera aunque me aceptes, no me importa cuanto más me parezco a vos que a los de adentro. Yo no soy de tu mundo, no es ésta mi pertenencia.
Demasiado lanusense para La Plata, demasiado platense para Lanús.Haciendo equilibrio sobre la línea de frontera, mi verdadera identidad camina bien.
Y si bajo de mi tren camino por el torcido diagonal hasta el lugar que más se parece a mi tierra andante. Otra vez en la frontera cayendo del cuadrado, ni un lugar ni otro.Siempre en un tercer lugar, pero nunca neutral.

viernes, 19 de marzo de 2010

"acá y acá latiendo..."

Hoy es uno de esos días en que las cosas duelen más que lo que uno sería capaz de soportar. Ya tendría que haberlo entendido ayer, cuando me causó indignación incontrolable el desconocimiento totalmente político del 24 de marzo por parte de Gelblum.
Además justo ayer construí un puente, y lo crucé...logré acercarme, entrar, acceder a un mundo distante, ajeno, propio pero insondable. El pibe vendía tarjetitas esas, como las del tren, las que tienen dibujitos horribles y alguna frase de amor posesivo e insoportable; nos ofreció unas a mi y a mi amiga, no teníamos guita...la verdad andamos sin un mango por la calle, pero teníamos mate; cuando se acercó estábamos hablando de ellos, de los que no sé por qué no son nosotros, decíamos que al abismo que nos separa, sirve para separarnos, para eso, para separarnos...y que no lo construimos nosotras, pero existe y no lo podemos destruir, o no lo hacemos ¿y cómo?.

Tanto rencor, es casi una institución, siempre existió el cabecita y el que no quiere mirar al negro patasucia, el que lo odia porque le da por las pelotas verlo ahí parado, ¿y mirá si te roba?, y si no te afana es porque no pudo, pero seguro quiso.
Hablábamos de que no pertenecemos al grupo que los odia, la verdad yo veo personas decíamos.



Y en eso: el mate, reafirmo su carácter indispensable...

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