"La Historia es una casa de muchas habitaciones." Fernand Braudel.
"La Historia es una casa de muchas habitaciones." Fernand Braudel.
Y mi corazón está en el sur del sur, con tizne negro, en la cancha, en el bondi, en el chori, en la fiesta en la calle, en la murga, en el tambor, en la bandera, en mi doble ciudad...y en el camino, en el tren, en la frontera parada sobre la línea, en el andén, conectando dos mundos iguales pero disímiles.
La Plata - Ringuelet - Gonnet - City Bell - V.Elisa - Pereyra - Hudson - Plátanos - Berazategui - Ezpeleta - Quilmes - Bernal - Don Bosco - Wilde - V.Domínico - Sarandí - Avellaneda (combinación) Gerli - Lanús
Arraigo
No quiero cruzar la frontera, es más quiero retroceder al corazón de mi tierra. No quiero que vengas, ni quiero saludarte desde el límite de mi mundo contiguo al tuyo. Mejor así.Mejor distancia, y no me conquistes. Ni el corazón, ni el cuerpo. No vengas a vencerme, ni vencido.No quiero pasar la frontera aunque me aceptes, no me importa cuanto más me parezco a vos que a los de adentro. Yo no soy de tu mundo, no es ésta mi pertenencia.
Demasiado lanusense para La Plata, demasiado platense para Lanús.Haciendo equilibrio sobre la línea de frontera, mi verdadera identidad camina bien.
Y si bajo de mi tren camino por el torcido diagonal hasta el lugar que más se parece a mi tierra andante. Otra vez en la frontera cayendo del cuadrado, ni un lugar ni otro.Siempre en un tercer lugar, pero nunca neutral.
Y mi corazón está en el sur del sur, con tizne negro, en la cancha, en el bondi, en el chori, en la fiesta en la calle, en la murga, en el tambor, en la bandera, en mi doble ciudad...y en el camino, en el tren, en la frontera parada sobre la línea, en el andén, conectando dos mundos iguales pero disímiles.
La Plata - Ringuelet - Gonnet - City Bell - V.Elisa - Pereyra - Hudson - Plátanos - Berazategui - Ezpeleta - Quilmes - Bernal - Don Bosco - Wilde - V.Domínico - Sarandí - Avellaneda (combinación) Gerli - Lanús
Arraigo
No quiero cruzar la frontera, es más quiero retroceder al corazón de mi tierra. No quiero que vengas, ni quiero saludarte desde el límite de mi mundo contiguo al tuyo. Mejor así.Mejor distancia, y no me conquistes. Ni el corazón, ni el cuerpo. No vengas a vencerme, ni vencido.No quiero pasar la frontera aunque me aceptes, no me importa cuanto más me parezco a vos que a los de adentro. Yo no soy de tu mundo, no es ésta mi pertenencia.
Demasiado lanusense para La Plata, demasiado platense para Lanús.Haciendo equilibrio sobre la línea de frontera, mi verdadera identidad camina bien.
Y si bajo de mi tren camino por el torcido diagonal hasta el lugar que más se parece a mi tierra andante. Otra vez en la frontera cayendo del cuadrado, ni un lugar ni otro.Siempre en un tercer lugar, pero nunca neutral.
miércoles, 22 de febrero de 2012
Detalles de la feria en Uyuni
Detalles de la feria en Uyuni.
Llegamos de noche a la ciudad y el señor del hospedaje que nos fue a buscar a la estacíón de trenes nos dijo que al día siguiente, en la puerta del hostel, iba a haber feria...eso me invitó a salir temprano de la cama, aunque hacía días que no tenía una.
Cuando vi la calle me sentí un poco en mi casa, los puestos, el tránsito cortado, la gente...me recordó los domingos en Lanús queriendo ir con mi viejo, sólo por ir, ahí nomás de casa...y ahora de grande con mi hermano, que también quiere ir, parando en el único y siempre amado puesto de los juguetes a ver si algo se puede ligar. Pensé mucho cuando estaba recorriendo esa fila interminable de cosas, pensé qué es exactamente lo atractivo para mi de todo eso: creo que me gusta cuando hay mucho de algo, que difiere en colores o formas, y está todo junto...muchas telas, muchas lanas, muchos condimentos, muchos autitos, muchas personas, muchos puestos, una calle mucho más larga que en Lanús, o en la feria de frutas y verduras de La Plata.
Pensé además en que cuando voy los martes o los viernes a comprar comida no sólo hago mandados, también sé que me paso horas hablando con la familia que tiene la verdulería (que deben de estar agradecidos de mi vegetarianismo) sobre Bolivia, mis ganas de conocer su país, Evo, y todas esas cosas que me llenaron ese medio día en Uyuni cuando salí por el pasillo del hostel, con el pelo mojado y sin rumbo aparente.
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