"La Historia es una casa de muchas habitaciones." Fernand Braudel.

"La Historia es una casa de muchas habitaciones." Fernand Braudel.

Y mi corazón está en el sur del sur, con tizne negro, en la cancha, en el bondi, en el chori, en la fiesta en la calle, en la murga, en el tambor, en la bandera, en mi doble ciudad...y en el camino, en el tren, en la frontera parada sobre la línea, en el andén, conectando dos mundos iguales pero disímiles.

La Plata - Ringuelet - Gonnet - City Bell - V.Elisa - Pereyra - Hudson - Plátanos - Berazategui - Ezpeleta - Quilmes - Bernal - Don Bosco - Wilde - V.Domínico - Sarandí - Avellaneda (combinación) Gerli - Lanús

Arraigo


No quiero cruzar la frontera, es más quiero retroceder al corazón de mi tierra. No quiero que vengas, ni quiero saludarte desde el límite de mi mundo contiguo al tuyo. Mejor así.Mejor distancia, y no me conquistes. Ni el corazón, ni el cuerpo. No vengas a vencerme, ni vencido.No quiero pasar la frontera aunque me aceptes, no me importa cuanto más me parezco a vos que a los de adentro. Yo no soy de tu mundo, no es ésta mi pertenencia.
Demasiado lanusense para La Plata, demasiado platense para Lanús.Haciendo equilibrio sobre la línea de frontera, mi verdadera identidad camina bien.
Y si bajo de mi tren camino por el torcido diagonal hasta el lugar que más se parece a mi tierra andante. Otra vez en la frontera cayendo del cuadrado, ni un lugar ni otro.Siempre en un tercer lugar, pero nunca neutral.

miércoles, 27 de julio de 2011

Sentar cabeza

Venía en el tren temprano y me encontré leyendo un cartel "ceda el asiento"... las mañanas me resultan buen barco para soltar la costa y divagar (si es que no estoy durmiendo). "Sentarse" pensé.
"Asentamiento" de ahí directo a la dicotomía "nómades-sedentarios", y un poco más allá..."sentar cabeza".
Dejarse en un lugar, poner fin, dar por terminado el viaje, llegar a destino, bajar del tren, cesar el movimiento...para mi sólo sinónimos de muerte, o al menos muerte en vida.
Pero no se "sienta" mi cuerpo, se "sienta" mi cabeza. Se corta mi pensar, se aquietan mis dudas, se disipan mis incertidumbre (no por hallar respuesta, si no por quedarse mudas), se encierran mis utopías, se termina la cuerda de mi. No más piolín en el carretel, punto. Se debe sentar cabeza.
Es lo deseable: luego de la tempestad de la juventud, del desenfreno sin sentido, corresponde sentar cabeza. Y es en este punto "la pareja" (heterosexual, duradera, y blah) la que pone el asiento. Se termina la plenitud y se entrega hasta la cabeza.
No deja de sorprenderme cuantos recovecos tiene el hablar común, cotidiano, eso que no damos vuelta y repetimos. Acostumbradxs a que nos "conquisten" en cuerpo y alma como si fuésemos un continente inexplorado merced de alguna potencia colonial (lo que obviamente implica genocidio y despojo, además de marcada disparidad), también aceptamos amar con ladrillos premoldeados de palabras que alguien más ordeno bonita y convenientemente para la ocasión...y como si todo eso fuera poco buscamos detener nuestra cabeza, volverla sedentaria, ¿Buscando la calma de no sentir el peso de nuestro propio cráneo? Pienso...si detengo mi cabeza, y la apoyo en la almohada no siento que me pesa, no percibo como se anuda mi cuello ante alguna idea o un recuerdo...
Podría ser cómodo, pero yo prefiero el gusto de lo volátil.

domingo, 17 de julio de 2011

Libertad de expresión

Todo bien con Fito y su brutalidad, pero...
En estos días enloquecidos de elecciones y porcentajes surgieron variadas lecturas, en particular yo creo que se subestimó la capacidad del Pro. Pero más allá de esto que es tema a parte, quiero hablar de la lectura controversial de un músico.
Se lo defendió, y a través de él se criticó a todo un colectivo, o al menos a un partido político. Tengo unas dudas en principio: convengamos que si a mi se me ocurre decir que tales o cuales votantes me dan asco es muy probable que a nadie le importe, porque no soy figura pública y además porque mi opinión no es difundida por un diario de gran tirada vinculado con el gobierno nacional. Ahora bien, si Fito elige decir algo tan fuerte, porque es lo que opina, y el diario Página 12 decide publicarlo en lugar privilegiado. Y además contamos con el interés constante de un cúmulo de medios y políticos en manchar la gestión nacional a todo costo, ¿Tan ingenuos han sido Fito y los editores? ¿Tengo que pensar que yo soy una luz y por eso me doy cuenta de que un comentario así es blanco fácil? ¿Hay derecho a ser tan impulsivo?
Entiendo también que Fito es un músico y no un político, por lo cual no tiene porque tener una visión moderada o más amplia (menos en caliente) de los resultados electorales. Pero no es un tipo cualquiera, y lo sabe.
Si opina y lo publican, ¿No se pregunta sobre las consecuencias? Si habla, lo publican y es fácilmente vinculable con un partido político, ¿No debió preguntarse sobre las consecuencias que traería para este partido y sus candidatos? ¿Hasta dónde su manera bruta de decir lo que opina porque le pinta, no perjudica a lo que suponemos quiere defender?...tanta ingenuidad roza la pelotudez y tiene olor a mala leche, a mi me hace ruido.


Otro punto de esta expresión me parece aún más grave. No hace falta decir que me enerva escuchar de boca de tanto golpista xenófobo hijoeputa, entre otras bellas cualidades, acusaciones temibles como "fascista". Creo que no tienen derecho a decir que el comentario de Fito Paez es facho, autoritario, pero no porque piense que hay que defenderlo. No se trata de que yo opine que no es así, si no de que los acusadores no tienen el culo limpio (no encuentro forma más clara de expresarme).
Es por eso que no apoyo el comentario del músico, me parece fuera de lugar, demasiado impulsivo, no lo comparto y me enoja que un partido completo (incluyendo a sus pseudo simpatizantes, o próximos) tenga que poner la cara por el exabrupto de un tipo que le pinto salir a bardaerla. Porque creo que cuando uno es parte, o parece ser parte, o puede ser visto como parte, de un colectivo debe cuidarse un poco. No hablo de censura, pero al menos matizar un poco los comentarios, o si tenemos tanto huevo como para bardearla así hace falta que nos hagamos cargo.
Más allá de lo desubicado del comentario, también lo creo facho. Tan facho como Carrió diciendo que la gente en la calle le dice "Me dan asco, que los maten", facho como Solanas refiriéndose a la calidad de los votos según la región y la capacidad económica de los votantes, facho como pensar que las plazas K se llenan por el chori, la coca y la boludez intrínseca a la gente morocha, facho también como creer que los votantes de Macri están confundidos, o votan un color (facho y superficial, autocelebrativo, achatante)...Facho, y lo digo porque si no ¿Con qué derecho puedo yo tildar de hijoeputa a Pino si defiendo a Fito Paez? Que la medida sea la misma, yo no quiero tener el culo sucio y hasta ahora no me he casado con nadie. Acercarse (o que eso parezca) a una agrupación política implica responsabilidades mutuas, tengo que estar segura de aceptar las contradicciones del colectivo como propias y bancármela, y tengo que cuidar mi espacio también y no andar por ahí bardeándola porque ahora no soy sólo yo, si no todo lo que represento o quieren hacerme representar.